10 mitos sobre el Vino.

Sobre el vino se han escrito y dicho muchas cosas: que engorda, que mejora con la edad, que debe refrigerarse, que da dolor de cabeza, etc. Especialistas han desmentido estas creencias en torno a lo que pareciera ser una pauta.

¿Los vinos mejoran con el tiempo?
No todos. Los vinos jóvenes del año, no, más bien caen en picada. Que un vino dure depende de su cuerpo y de la viña y lo que el productor sea capaz de extraer de la uva. Si el vino es potente en fruta, tiene alcohol, buena acidez y taninos de sobra (entre ellos, también los taninos del roble en la crianza), tenemos vino para ocho años. Lo recomendable es tener varias botellas de la misma marca y comprobamos cómo evolucionan. Recomendamos que al comprar vino vayais a vuestra tienda habitual para asesoramos.

¿Hay vinos que se suben antes a la cabeza?
Sí. Esto no depende de su graduación alcohólica, sino de cómo nuestro cuerpo metabolice el alcohol, de lo que hemos comido (grasas, especias, contundencia), de las condiciones del estómago, medicamentos, nicotina, estado psíquico. Los espumosos nos ponen más alegres porque el carbónico potencia la absorción del alcohol en sangre.
corchos
¿Un vino con tapón de rosca o silicona es peor que uno con corcho?
No. Las pruebas evidencian que los nuevos tapones no dejan rastro del famoso “olor a corcho”, ni desencadenan mohos ni reacciones alérgicas para el consumidor. En todo caso, gracias a las condiciones higiénicas de las bodegas, el olor a corcho se está convirtiendo en una rareza.

¿Hay una fecha límite para abrir el vino?
No. Hasta que nos apetezca abrirlo. Los vinos con más terruño y potencia máxima pueden durar 20 años en la bodega, y después otros 20 años en botella hasta que empiezan a declinar. Todos los vinos se hacen para consumirlos rápidamente, hasta los reservas.

¿Sulfitos venenosos? ¿el vino caduca?, ¿engorda?
Nos hemos preguntado muchas veces por qué con el vino tenemos las mismas dudas imperturbables de siempre, algo tendrá qué ver el terror que ha impuesto el ceremonial.
No nos vale con lo que nos diga el crítico en la guía o el somellier en el restaurante. Sabemos el abecedario de la nueva dieta pero cuando alguien nos pregunta si el vino se puede guardar más de dos días, creemos lo que nos interesa por ciencia infusa, o lo que en nuestro entorno hemos visto de toda la vida. Así que ya se ha acabado: aquí va el padrenuestro del vino: contrastado, confirmado y por fin resuelto.
Decantador
¿Decantamos sí o no?
No pero a veces sí. En nuestra rutina diaria, puede ser un poco absurdo. Nunca con los vinos más baratos o más jóvenes con poca crianza. Podemos decantar los vinos muy viejos para eliminar los aromas a cerrado. O también los más vivos y enérgicos a fin de quitarles sedimentos si están muy cerrados en nariz. De este modo, se oxigenan antes y desprenden sus aromas más ocultos, los matices más reacios a ser detectados. Con la ventaja de que sus taninos se suavizan.

¿El vino engorda?
Sí. El vino engorda porque tiene unas siete calorías por mililitro, muy cerca del valor calórico de las grasas. Los blancos tienen menos alcohol, pero los tintos compensan con las cualidades más saludables de los polifenoles antioxidantes, sustancias archiconocidas que quitan las arrugas y previenen infartos. Por lo tanto, hay compensación.

¿El vino da dolor de cabeza?
Sí. Sobre todo los tintos. Esto se debe a las histaminas (¿le suena el antihistamínico para las alergias?) que se generan en la piel de las uvas durante la maceración, más prolongada que en los blancos. Los espumosos y los dulces pueden causar incluso más dolores de cabeza por la cantidad de azúcar residual que incluyen.

¿Me llevo conmigo un apunte con la tabla de cosechas?
No hace falta. El ser humano ha controlado (hasta cierto punto) la inestable climatología y hasta en el peor año puede obtenerse el mejor vino del mundo. Los enólogos hacen maravillas con las bajas producciones. Tal vez lo más acertado es conocer las vendimias más calurosas, que producen los vinos más sabrosos, o las más frescas que dan como resultado vinos más ácidos. Pero no es causa-efecto y depende también de la maña del elaborador y el estilo que imprima al vino. De una misma viña y una misma variedad, pueden obtenerse vinos absolutamente dispares: ligeros o bombas.
Comentario: Los vinos dependiendo de la añada resultan ser vinos distintos, aunque se llamen igual, pero si son de una bodega de calidad, no es tan apreciable, ¿o si ? . Por lo menos para la mayoria de mortales no. Ni en la mejor tienda de vinos online o tienda de vinos fisica te podran rebatir esto.

¿Comprar vinos con o sin sulfitos?
Sí. Casi todos los vinos los llevan, hasta los ecológicos. Mucho más llevan los blancos y los dulces ya que carecen de los antioxidantes naturales de los tintos. Los sulfitos se añaden en el laboreo del suelo, en las barricas para limpiarlas, en la fermentación.

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Equipo Apóstoles

Un apóstol que disfruta las cosas buenas de la vida.

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