El antimaridaje…
En el arte del maridaje,hay que saber combinar el vino con ciertos platos. Hoy queremos profundizar un poco más en esa lista de alimentos, no siempre conocidos, que no sólo no combinan bien con el vino sino que podríamos considerar sus enemigos.
[dropcap]C[/dropcap]omenzamos con las alcachofas. Su gusto hace que si después de comerlas tomamos vino, éste nos sepa metálico. Esto lo produce la cinarina, un compuesto que esta panta tiene y que mata por completo cualquier vino, por bueno que sea. Eso sí, si el plato que estás tomando es el típico alcachofas con jamón, entonces un blanco sí puede acompañarte, porque el jamón habrá suavizado ya la cinarina. Algo similar ocurre con los espárragos, otro de los alimentos “enemigos” del vino. La menta tampoco es el perfecto acompañante del vino, por lo que, además de no tomarte un caramelo acompañando el vino, tampoco debes abusar de esta planta a la hora de hacer postres, ensaladas o salsas para tus comidas.
Si eres un fan de la comida picante tenemos una mala noticia: tampoco se lleva bien con el vino. Seguro que todos conocéis esa sensación de ardor que se nos queda en la boca cuando comemos comida muy especiada y picante. ¿Crees que esa sensación deja a la boca en un buen momento para saborear el vino? Efectivamente, la respuesta es no. Por lo tanto, si vas a ir a cenar a un restaurante mexicano, mejor que no optes por el vino como acompañante.
El vinagre es otro de esos enemigos del vino que, si no lo tratamos con cuidado, puede afectar al sabor tanto de vinos tinos, rosados, blancos y espumosos. El motivo es su gran contenido de ácido acético.
De todos modos, sabemos que hay ciertos aventureros que les gusta probar el maridaje experimental, por lo que, quizás, tú has encontrado una buena manera de combinar estos alimentos con vino. Si es así, no dudes en comentarlo con nosotros.