El ermitaño que hace vino en el desierto
Eliseo Rojas vive solo, en el “Valle del Pirquinero”, III Región. Y a su huerto los gringos llegan por datos o de oídas.
[dropcap]E[/dropcap]liseo Rojas tiene 80 años y hace 22 que produce vino orgánico, en pequeñas cantidades. “Entre 300 y 400 litros por año”, asegura. Lo hace de manera artesanal, en la hectárea de viñedos que posee y cuya tierra comparte con damascos, membrillos, higos, algunas hortalizas, gallinas, conejos, tres perros y un gato. Hasta ahí, es una historia normal y que se podría repetir en cualquier sector vitivinícola familiar de Chile. Sin embargo, lo que convierte esta labor en algo extraordinario, es que el octogenario agricultor autodidacta planta, cosecha y procesa sus mostos en pleno desierto de Atacama, a 110 kilómetros de Copiapó, hacia la cordillera al interior de la localidad minera de Inca de Oro.
[pullquote-left] Para llegar al lugar, al cual los visitantes han comenzado a llamar el “Valle del Pirquinero”, se debe transitar por caminos de tierra en medio de un paraje árido y agreste. [/pullquote-left] Es casi imposible imaginar que unos kilómetros más arriba, exista la “Viña del Desierto”, como Don Eliseo bautizó a este oasis, cuya génesis se remonta a 1989, cuando decidió dejar la ciudad y buscar un lugar tranquilo para vivir y criar algunos animales.
Mucho antes, cuando trabajaba en una empresa eléctrica que instalaba torres de alta tensión en la zona, Don Eliseo descubrió este valle desértico que contaba con una vertiente subterránea. Se jubiló y lo compró. “Primero limpié y saqué miles de piedras, no habían ni lagartijas; luego inventé un sistema para sacar agua y empecé a plantar las parras y otros arbolitos”, recuerda.
Más tarde, y recordando a Paihuano, su pueblo de origen al interior del Elqui, las enseñanzas de su abuelo, un español que llegó a Chile arrancando de la Primera Guerra Mundial y su padre agricultor, comenzó a elaborar vinos con sus propias manos, usando maquinarias antiguas, que compraba de ocasión, y un sistema de goteo similar al que ocupa la industria vitivinícola de Copiapó.
De a poco las plantaciones fueron creciendo y los vinos mejorando. “Hasta que salió la primera producción. Lo malo -dice- es que este año, por culpa del aluvión, llegaron más ratones que de costumbre y tuve que sacar antes las uvas, por eso el vino agarró un sabor un poco más ácido”, cuenta, reconociendo que muchas veces no sabe ni la hora ni los días que transcurren, salvo cuando va a Copiapó, a cobrar su jubilación y comprar víveres.
[pullquote-right] Su particular producción la vende a los turistas, “principalmente gringos”, asegura, los cuales llegan “dateados buscando una botellita”. [/pullquote-right]
Su valor no supera los 10 mil pesos y se acaban rápido. “Las botellas las reciclo, ni siquiera tienen etiquetas y quizás nunca gane una medalla con esto, pero es un vino muy rico”, dice.
En 2015, el aluvión que azotó a Atacama arrasó con su casa y parte de sus parras. Así y todo, no pudo llevarse su pasión por las uvas, que ahora quiere complementar con un camping y parrillas. “Para todos los que quieran venir a tomarse un vinito”, lanza, esperanzado.
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Este caballero es hermano de mi abuela Eliana rojas Antequera mi papá lo anda buscando ,somos del valle de elqui
Hola buenas le dejo mi contacto !!! El
Es mi tata +569 50527517
hola
me hablas x interno
Hola primo….soy Lucía sobrina de su abuelo.Lino Eliseo RojasAntequera,hoy es San Lino…quise comunicarme con Marisol,pero fue imposible hable con su madre…..saludos a todosLucia .