Mejor dos copas que una
Así como el contraste entre un vino gran reserva y otro joven funciona muy bien para empezar a compararlos, también es un muy buen ejercicio entender cómo cambia un mismo vino con el paso de los minutos.
[dropcap]S[/dropcap]i tienes un vino de alta gama, que registra paso por barricas y posterior guarda en botella, muy probablemente estarás ante un ejemplar con cierta complejidad.
Si son pocas personas las que van a disfrutar de una botella, trata de servirte dos copas: de una de ellas anda bebiendo con tranquilidad; la otra, déjala reposar a un costado durante un buen rato.
Luego, contrasta qué es lo que te ofrece en nariz el vino en esa copa que se fue renovando y aquella otra que se mantuvo intacta durante al menos media hora. La interacción con el oxígeno seguramente ayudó a que éste último se abra y ofrezca una paleta diferente, con aromas secundarios y terciarios mucho más a flor de piel.