¿Qué hacer con el vino que ha sobrado?

Dieta mediterránea

Olvídate del sentimiento de culpa por tener que tirar ese vino que te sobró de la fiesta de anoche. Todos conocemos ya los beneficios de tomarte alguna copa, pero tampoco nos vamos a terminar todas las botellas que han acabado en nuestra cocina. Es una bebida rica en antioxidantes que previene enfermedades cardiacas y que, además, tiene efecto anti-inflamatorio (ya tienes tu primera excusa para ese sobrante). Pero, una vez abierto, no podemos guardarlo eternamente.

[dropcap]L[/dropcap]Lo primero que tenemos que tener claro es que, una vez descorchado, el vino empieza de forma inmediata su proceso de oxidación, perdiendo su sabor y color. Depende del tipo de vino, si es seco o espumoso, de sus niveles de azúcar e incluso, o de si son jóvenes o añejos; su durabilidad es variable. Si dudas lo mejor es consumirlo cuanto antes. Aquí te damos varios trucos para ello.

Si tienes claro que te lo vas a beber

Porque no queda mucho, o porque tras la reunión que tuviste ayer, has organizado otra mañana sin perder un minuto. Y esta vez, es completamente informal.

  1.  Compra botellas más pequeñas: sí, la solución lógica si te la hubiese contado antes de pasar por la tienda. En el caso de que llegue tarde, puedes cambiar el vino sobrante a una botella más pequeña, con lo que consigues dos cosas: un almacenamiento más sencillo y minimizar el proceso de oxidación. Eso sí, recuerda utilizar el tapón de corcho más apropiado, ajustándolo todo lo que puedas.
  2. Mantén las botellas en frío: lo más importante es que se guarden en sitios frescos y con poca luz, pues son dos factores que arruinan el sabor del vino. La temperatura óptima es entre 12-13ºC. Sitúalo siempre en la zona más oscura de tu nevera y, si no, hazte con una caja lo más opaca posible.

Cocina con él

  1. Congélalo, haciendo cubitos de hielo: Son muchos los cocineros que utilizan este truco para, después, cocinar. Ni se te ocurra descongelarlo y beberlo, es un crimen. Pero rellena cubiteras, o incluso bolsas de hacer hielo, y utilízalo para enriquecer tus guisos y darles un toque especial a todas tus salsas. Créenos, del libro de usos y costumbres de expertos gourmet.
  2. Salsa de vino tinto: en una olla pequeña y gruesa, coloca la piel rallada de unas cuantas naranjas. Aparte, prepara una mezcla de vino tinto, azúcar, una cucharadita de canela en polvo y clavos de olor, (pero no más de cuatro por botella). Hiérvelo todo a fuego medio o lento y deja que el líquido se evapore, espesando a su vez la salsa. Cuélala y ya está lista para tu carne, que es con quien mejor marida.
  3.  Salsa de vino blanco: mezcla el vino con azúcar blanca y una vaina de vainilla. Colócalo todo en una olla pequeña y espera a que hierva. Cuando el vino se haya reducido, y lo que queda enfriado, cuélalo y utiliza la salsa para cualquiera de tus postres, tu carne de cerdo o, incluso, conseguir un pollo agridulce.
  4. Un sencillo risotto: sofríe unas cuantas cebollas y un ajo, mezcla con el arroz durante un par de minutos y después añade ese vino sobrante. Como siempre, deja que se evapore y listo para servir.

http://informe21.com

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Equipo Apóstoles

Un apóstol que disfruta las cosas buenas de la vida.

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